Según Edward Fredkin, la historia se compone de tres grandes acontecimientos: la creación del universo, la aparición de la vida y la aparición de la inteligencia artificial. El transhumanismo, enfoque que Antonio Diéguez describe como la filosofía de moda y la utopía del momento, se centra precisamente en este último acontecimiento.
El transhumanismo se presenta como una nueva religión que busca corregir las fallas de las antiguas a través del culto a la técnica. Busca encontrar nuevos significados para nuestra vida y escapar del nihilismo. Aunque tiene raíces en el humanismo clásico, que valora la razón, la ciencia y el progreso, el transhumanismo va más allá al enfatizar la dimensión tecnológica. Su objetivo es guiar a la humanidad hacia una condición posthumana, utilizando la tecnología para superar los límites impuestos por nuestra herencia biológica y genética.
El término «transhumanismo» fue acuñado en 1927 por Julian Huxley, biólogo y eugenista británico, quien creía en la posibilidad de que la especie humana trascendiera y se automejorara mediante la tecnología. Esto implicaría fusionarse con máquinas, mejorar a través de medicamentos y manipulación genética. Según Diéguez, esto es lo que se espera evolutivamente de todas las especies biológicas: ceder su lugar a especies más evolucionadas, pero en el caso humano, de manera acelerada y dirigida por nuestras decisiones, no por el azar genético y el entorno.
El transhumanismo propone que abandonemos la pasividad del proceso evolutivo darwiniano y utilicemos la tecnología para tomar el control de nuestra propia evolución. Buscamos trascender nuestras limitaciones biológicas, corporales, temporales y sociales. Sin embargo, Diéguez advierte que esta búsqueda puede llevar a la pérdida de identidad y a un envejecimiento mental angustiante. La mente perdurable en la red, compartida con otros, puede acabar con el asombro y generar un nuevo hastío que nos haga anhelar la muerte. Este podría ser el mayor peligro del transhumanismo: perder la libertad de elegir dejar de vivir.
Eduardo Schele Stoller.
*Reseña de la obra Transhumanismo: La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano (2017)