Según Merleau-Ponty, el conocimiento de uno mismo no se presenta como un pensamiento puro, sino como una duración. Esta temporalidad es concebida desde el presente, es decir, en relación con nuestros cuerpos, que son los medios con los que actuamos. La filosofía de la existencia se distingue por la importancia que se le da a la encarnación, lo que lleva a enfocarnos más en el ser que pregunta que en lo preguntado, ya que quien formula el problema está involucrado en lo que pregunta.
Esto también se relaciona con nuestra adquisición de conciencia. Para Merleau-Ponty, la conciencia de la vida es la conciencia de la muerte, ya que al reflexionar sobre la muerte debemos dejar de lado las particularidades de la vida. La conciencia implica la capacidad de tomar distancia y negar las cosas dadas. Analizando la muerte de esta manera, Merleau-Ponty afirma que para uno que está vivo, la muerte no existe, y cuando morimos, lo hacemos para la mirada de los demás. Vivimos, por lo tanto, no para morir solos, sino con los demás.
En cuanto a las dos visiones clásicas sobre la relación entre el hombre y su entorno, Merleau-Ponty señala que ninguna de ellas es adecuada. El sujeto es al mismo tiempo su cuerpo, su mundo y su situación, es decir, lo externo y lo interno, ya que nos conocemos en función de nuestras acciones y del entorno que hemos creado. A pesar de ello, seguimos siendo desconocidos para nosotros mismos. No somos espíritu y cuerpo, sino un espíritu encarnado, es decir, un ser en el mundo que es la unión de condiciones subjetivas y objetivas de la historia. Merleau-Ponty sostiene que la verdad y el valor solo pueden ser el resultado de nuestras averiguaciones o evaluaciones en contacto con el mundo.
Sin embargo, si en todo problema filosófico, quien lo plantea está también implicado en él, esto se convierte para Merleau-Ponty en un misterio, más que en un problema. La filosofía, por lo tanto, es un misterio sin resolver. ¿Tiene algún valor la filosofía o su valor radica en dejar abierta la puerta al misterio y al asombro?
Eduardo Schele Stoller.